Mi diario personal en persona

Violeta, Paty, Tere, Alba, Mauro. 

Orlando Urban, el peluquero, Miguel Urban hijo, Albino Luna, Mauro Urban

Descendiente de indígenas nauhatls

Arturo Urban Vázquez 

El gobernador en turno, 1972

http://dai.ly/x4gimcq Películoa mexicana con un par de viejas buenísimas, Isaura Espinoza y Sasha Montenegro

Mi abuelo al centro en medio de la tarola y el bombo

Todo fue sin querer, como deben ser las pedas, pinche Nacho me llamó para venir a embriagarse y yo acepté, llegó la  we reja, se fue, llegó el chabacano y no supe ni a qué hora se fueron, amanecí en el sillón. 

2 Porciones Tiempo de preparación: 30-45 minutos INGREDIENTES 300 gr de costilla de res 8 tomates ½ cebolla 2 dientes de ajo 1 lata de chipotle 3 hojas de laurel 5 Papas 1 litro de agua 3 pizcas de sal 3 pizcas de azúcar PREPARACIÓN: Agregar un chorrito de aceite vegetal en el sartén y calentar a fuego medio. Cortar la costilla en trozos y salpimentar. Sellar la carne en todas las caras usando el sartén caliente. Sacar la carne a un plato y dejar reposar. En el mismo aceite donde se selló la carne, freír la cebolla. Después de saltear la cebolla, añadir el ajo. Agregar el tomate y la papa picada al sartén. Dejar que se fría por unos minutos. Agregar el agua, chipotle y el laurel y dejar hervir por unos minutos. Añadir la carne sellada. Salpimentar el caldo al gusto. Dejar hervir hasta que las papas estén suaves. Cocinar hasta alcanzar el término de cocción deseado. Tip: Para saber si la papa ya está cocida, clava un palillo de madera en la papa y si esta resbala ya está lista.

Tal como cuenta Gary Jennings en su libro “Azteca”, la bandera de la capital mexica mostraba orgullosa como escudo un águila que tenía en su boca el símbolo de ATLACHINOLLI (agua que arde), un símbolo profundo y significativo para aquella nación, pero que los españoles confundieron con una serpiente en el pico del águila. A continuación descubre la verdadera imagen de aquella bandera: En realidad, lo que ahí aparece es el corazón de Copil, que es el corazón de nada más y nada menos, que del sobrino de Huitzilopochtli, quien era hijo de Malinalxochitl. Copil fue aquel muchacho que retó al mismísimo Huitzilopochtli y que dejó como recuerdo de su osadía su corazón en un islote, donde años más tarde los aztecas fundaron Tenochtitlan. Fue así como floreciendo sobre una piedra justo sobre el corazón de Copil, aquel pueblo errante encontró un nopal creciendo sobre algunas rocas y sobre este un águila devorando un símbolo muy poderoso, que manifiesta la unión de dos corrientes de agua: una azu

Estábamos en el restaurante de paso llamado el 118 esperando a recibir la órden de comida que habíamos solicitado, entonces fue cuando apareció, su imágen era la esencia misma del erotismo, de la lujuria, de esas mujeres que al verlas lo primero que pi nsas es en el sexo salvaje y sin miramientos que podrías tener en eses cuerpo tan cachondo y sensual. Una cara angelical, pues contaría con escasos 16 o 17 años, su tez revelaba un incipiente acné juvenil que lo delataba, de piel apiñonada pero de apariencia sedosa, unos pechos que ayayay, deliciosos melones, enormes pero firmes, una cintura breve, desde luego debía ser mas grande de lo que aparentaba pero con esas proporciones se notaba mas chica, unas nalgotas que harían falta cuatro manos para acariciar cada una de ellas, el vientre plano pero con esa ligera curva que se antoja acariciar suavemente. No tuve tiempo de fotografiarla pero se que la llevaré por mucho tiempo en mi mente.