Pues hoy me entero que al abuelo de Aurelio Vázquez le decían el tlacuache, por la sencilla razón de que lo sorprendieron robándose el aguamiel de los magueyes en analaogía a estos marsupiales, y por esta razón a sus nietos les decían los tlacuaches, por cierto me comentó mi padre que estos intentaban por todos los medios destapar el maguey para acceder al aguamiel y cuando no lo lograban defecaban encima como señal de molestia (o tal ves alguna otra razón), pero sólo hacían a lo sumo un par de veces, pues en cuanto notaban que no lo podrían lograr lo dejaban de hacer.